Benditos domingos

No suena el despertador. Hoy no va a hacerlo. No tiene por que hacerlo. Hoy es un día para despertarte cuando, como y donde quieras. Hoy es tu día. Hoy es domingo.

  Benditos   domingos.       Benditos                 post- sábados.    Benditos pre- lunes.

¡Qué injustos somos cuando nos metemos con ellos!.

Imaginad por un momento como sería nuestra vida sin ellos.No sería igual, de eso no cabe duda.
Y es que los domingos, aunque no lo parezca o aunque no queramos verlo, tienen cosas buenas – demasiadas diría yo-.

Los hay que aprovechan este día para hacer lo que a mi me gusta llamar : El plan IKEA; el cual consiste principalmente en  ir “ de la cama al sofá y del sofá a la cama”.

Vergüenza debería daros pertenecer a semejante grupo; panda de vagos.

Dejando a estos pobres tirados en el sofá, volvamos a lo nuestro y es que el domingo es un día fundamental.

Es  el día para recuperarse. 
Gracias a él consigues llegar el lunes con un aspecto físico medianamente decente – y es que para volver a tu estado natural hacen falta mas de 24 horas-.


Como he dicho antes, el domingo es el día ideal  para despertarte sin despertador.
 Es un día de relax. Un regalo de cada semana para cargar las pilas que gastarás en la que empieza.
Es el día por excelencia para hacer lo que te de la gana – siempre dentro de unos límites, claro-.
Es el día perfecto para perderse. Porque perderse es la única forma de encontrar nuevos caminos.

Es un día  para pasar con los tuyos, si no eres de los que evita cualquier reunión familiar que implique estar en un espacio cerrado con algún miembro mas de la family a parte de tus padres y hermanos.

Son los días de "misa + aperitivo", Fórmula 1, moto GP y Antena 3.

Porque, ¿ Qué me decís las películas de Antena 3?. ¡ De cuatísimas y profundas siestas han sido testigo!.
Nos da igual haberlas visto 10.000 veces, porque nadie ni nada nos va a privar de ese valiosísimo y a veces escaso placer que es dormir la siesta un domingo. Y si encima fuera está cayendo la mundial – como hoy-, mucho mejor.

El domingo es el día en el que haces todas las cosas importantes que no has hecho durante los seis  días previos.  
El domingo te sirve para darte cuenta de que tú puedes con todo y que si no logras las cosas es porque no quieres, no porque no puedas. 
Porque por poder puedes hasta estudiarte toda una asignatura en ese día.
Hay mas de uno que haciendo caso omiso a " no dejéis las cosas para el último día" habrá sido capaz de ventilarse un exámen en un domingo. 

Olé. Chapó por los que consiguen - que son pocos-.

No nos engañemos, la existencia del domingo nos da cierta tranquilidad.  Y es que simplemente nos tranquiliza saber que el domingo siempre llega. Sabemos que tenemos un día mas de margen, por si las moscas...

A lo largo del año se viven muchos lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábados. También domingos pero, los domingos siempre tienen algo distinto.

El domingo, es el día en el que cada uno va a su bola. No os atreváis a poner esto en duda porque es verdad. Es verdad y lo sabéis.

Y es que se nota hasta en la cena.

El domingo cada uno cena lo que le da la gana porque nadie tiene ganas de ponerse a cocinar y menos tu madre, que lleva toda la semana haciéndolo.

Con un poco de suerte llegas a la cocina antes que tu hermano y te haces con las sobras del día anterior.

Claro que, llegar después que él no es ninguna tragedia ya que, basta con un sándwich, una ensalada o cualquier tipo de alimento que no implique gastar mas de 2 minutos en su preparación.

Aunque por muy improvisadas que sean, todos coincidimos en que  las cenas de los domingos son las mejores.

Y allí está toda la familia, tratando de asimilar que empieza una nueva semana llena de madrugones.

Y aquí estoy, viendo como se va terminando este domingo pasado por agua  del mes noviembre; dando un último repaso al exámen de mañana, deseando que llegue el próximo domingo porque en el fondo, dominguear no está mal ; nada mal. 

¡Espero que tengáis una buenísima semana!

L.C

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