Despacito y con buena letra

Otra vez. La misma rutina. El mismo percal. Y vamos cabizbajos. Andando sin rumbo. Con miedo ante el fracaso. El futuro nos aterra. Ya ni dormimos y casi ni comemos. Todo por falta de tiempo. Nos faltan los minutos, los segundos y nos sobran las ganas de dormir y de llorar ante la impotencia.



Impotencia, impotencia, impotencia...

Sinónimo de la época de exámenes. Es la peor de las tragedias. Cada mañana, cuando tu alarma te taladra por dentro a horas indecentes, empieza una nueva batalla. Eres tú contra el calor y el confort de tu comodísima cama. Y tu día se convierte en una rutina horrible, de esas que deberían estar prohibidas.

Ya no hay planning que valga porque no tienes tiempo material para ponerlo en práctica. Pasas hojas tratando de llegar a un final que parece que nunca llega.
Sustituyes el agua por el café, que amablemente te mantiene despierta mas tiempo del habitual. Miras de reojo tu cama mientras tratas de evitar la tentación de tumbarte en ella aunque sea un instante porque sabes que en el momento que lo hagas caerás muerta. Se te olvida cuando fue la última vez que dormiste más de 6 horas seguidas o que tardaste más de 10 minutos en desayunar. Ya no te acuerdas de lo que se sentía al sentarse en el sofá a ver la tele. Tampoco sabes qué se cuece por el mundo porque tú estás demasiado ocupada tratando de sobrevivir en el tuyo.

Acumulas mensajes de whats que no tienes tiempo de leer y tus aportaciones a las conversaciones consisten en "mandad resumen xfa".
Cambias el teclado del iphone por las notas de voz ya que son mas rápidas y te hacen perder menos tiempo...

Pero de todo se aprende. Y aprendes a sobrellevar la situación... No digo que se te haga menos amargo, simplemente digo que aprendes a tragarlo -con o sin masticar, eso da igual-.



Al final, todo esto es llevadero. De verdad que lo es, unos lo llevan mejor que otros pero al final todos lo superan. La única piedra con la que podemos cruzarnos es con la que nosotros mismos nos hemos puesto en el camino. Y es que a veces somos tan estúpidos que nos tendemos una trampa. Nos ponemos la zancadilla.

Dar las cosas por perdidas debería estar prohibido. Ese es el peor de los errores, y la mayor de las piedras con las que te puedes topar. Que la vida es dura, y cada vez lo será mas. Que no siempre vas a ser el mejor, puede que nunca llegues a serlo. Pero es mejor tener resistencia que velocidad. Sólo los fuertes aguantan. Así que nos toca ser fuertes. Nos toca demostrar que nosotros podemos con todo. Que nada es demasiado para nosotros. Que aún no hemos perdido ninguna batalla. Sabemos que no se puede cantar victoria antes de haber peleado, pero tampoco se puede aceptar la derrota sin haber luchado.

Los hay que viven por y para superar a los demás. Les felicito, pero creo que más duro es competir contra uno mismo. Ese es el mayor de los gigantes. Esa es la verdadera batalla y la única que importa a fin de cuentas. Tratar de superarte en cada prueba que te pone la vida es difícil. Claro que, si la palabra fácil no viene en la definición de vida, será por algo, digo yo...

El caso es que, por una cosa u otra, al final sólo puedes competir con tu persona. Sobrevivir es chungo, y más si lo haces a contrarreloj y presenciando cómo otros avanzan a zancadas mientras tú vas paso a paso. Pero eso es inevitable. Si ya os decía yo que aquí lo importante es ir despacito y con buena letra.

Los habrá que estudien cuando tú duermas y te hagan -por si fuera poco- sentir culpable por esas escasas y merecidísimas horas de sueño. Siempre habrá alguien que se sepa todo cuando tú no te sepas nada. Simplemente es imposible superar a todo el mundo. No merece la pena. Siempre habrá alguien que llegue 7 horas -y no estoy exagerando- antes al examen para pillar sitio. Pero ante esto no puedes hacer nada. El factor suerte también es importante; casi tanto como el sitio en un examen tipo test... Siempre habrá alguien que pida más y más papel en el examen mientras tú eres capaz de plasmar todo tu conocimiento en un solo cuadernillo. Siempre habrá la típica persona que se irá de copas mientras tú intentas averiguar cómo es que él puede permitirse perder varias horas de estudio. Y por último, siempre habrá alguien que consiga sacar todo sin haber dado palo al agua. La clave está en que somos varios billones de personas y, gracias a esto, se cumple el dicho "hay gente para todo".




Siempre habrá alguien que te supere. Pero eso siempre está bien. Me pregunto cómo de aburrida sería nuestra historia si no pudiéramos tratar de mejorarla cada día. Si no pudiéramos fijar objetivos y no nos obsesionáramos con alcanzarlos...


Y de repente, suena el click del cinturón. Te mueves ligeramente en tu asiento para encontrar la posición perfecta. Ante ti, varios kilómetros por recorrer y 20 minutos de música ininterrumpida. Y pestañeas, habías conseguido evadirte, estabas otra vez en ese mundo. Tu mundo. En el que tú eliges quién entra y quién sale. La radio de fondo, apenas le prestabas atención aunque inconscientemente tarareabas la melodía de la canción que sonaba en ese instante. Te da la sensación de que al final todo se resume a la monotonía. Todos los días lo mismo. Sin novedad. Supongo que a todos nos pasa lo mismo cuando estamos de exámenes... Te fijas que hoy -como cada día- está la señora canosa paseando al perro, el chico de los cascos sentado en la parada del bus con cara de mala leche -para variar-. En fin, te das cuenta de que todos los días se repite la misma historia. O eso crees. Y es lo que tienen los días malos -con exámenes, vaya-. Ves todo con otros ojos. Desde una perspectiva diferente. Son días en los que tomas a la resignación como forma de vida. El masoquismo se convierte en tu BFF. Piensas que las cosas no podrían ir peor. Te apuntas el lema de "si algo tiene que salir mal, saldrá mal". Gracias a tu cabreo -justificado o no- no te has dado cuenta de que hoy el sol no brillaba más que ayer pero que el cielo te ha deleitado con un espectacular arcoiris, que tu canción favorita ha sonado ya varias veces desde que quitaste el freno de mano. Y descubres que hay otra alternativa para sobrevivir a los exámenes, sin que todo se convierta en una lenta y dolorosa agonía. Está la versión optimista y alegre, la de tu amiga que te manda snaps que a lo tonto consiguen robarte varias carcajadas, los de clase que consiguen que por un instante te olvides de que vas a hacer un examen, la de tus padres que guardan silencio para que no te desconcentres y la de tu abuela que te llama para tranquilizarte diciéndote que lleva ya varias semanas rezando por ti.


El caso es que te dedico estas palabras para que congeles el tiempo un segundo y te valores a ti mismo, aunque sea sólo por un instante. Porque tú vales mucho más que una simple nota de un examen, que al fin y al cabo es sólo un numerito -y no es por quitarle importancia, pero los números son infinitos-.
No te rindas, que esa nunca es la opción correcta. Y aunque sea difícil, trata de tomarte esta época de exámenes con humor. Exprime todas las experiencias al máximo, esas que dentro de unos años recordarás entre ruidosas carcajadas. Disfruta de la que dicen que es la mejor etapa. La verdad es que no creo que millones de adultos estén equivocados. Creo que es la época perfecta para sacar tu mejor yo, la mejor versión de ti mismo y demostrarle a este lugar llamado mundo, que aún no has empezado a sorprenderle.

Y después de este original mensaje, espero que tengáis fuerzas para salir de la cama y que me hagáis caso en eso de comeros el mundo!!!

                                   
L.C

Comentarios

  1. Todo tu blog es genial. Pero sin duda con esta entrada me he indentificado mucho y tengo que decirte que es totalmente cierto. Escribes genial, nunca dejes de hacerlo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, Belén! Me alegro de que te guste

      Eliminar
  2. ¡Enhorabuena! Qué forma más bonita de expresas los sentimientos que todo estudiante hemos vivido en época de exámenes, con paz y tranquilidad, nada de hostilidad ni hastío. ¡Genial!

    Un saludo,
    Patricia.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares